Dirección: Herk Harvey.
Año: 1962
País: Estados Unidos
Música: Gene Moore.
Reparto: Candace Hilligoss, Frances Feist, Sidney
Berger, Art Ellison, Stan Levitt, Tom McGinnis, Forbes
Caldwell, Dan Palmquist, Bill de Jarnette, Pamela Ballard
Mucho
ha pasado desde la última entrada publicada en éste blog, prácticamente casi
tres años y medio, la afición por el cine de terror, clase B y fantástico aún permanece
pero para el oficio de escribir se requiere disciplina incluso tomarse un
lapso, observar, guardarse y digerir un poco el entorno, es menester declarar
sin ningún tipo de ambages que aportar una opinión acerca de un tema en
específico en éstos tiempos es totalmente una actividad más liviana que
antes, solo basta con entrar a las redes sociales como twitter, facebook o
instagram y enfrentarse con miles de tuits, estados, hastags, algunos
comentarios fuera de lugar, otros pasados de la raya, unos pocos tal vez
acertados, perdidos entre subjetividades, claro es, juzgar siempre ha sido
fácil para todos pero tomarse el espacio para indagar el cómo, el cuándo y el porqué
de las cosas es lo complicado, admiro la libertad de expresión pero siento que
no se le da el mejor de los usos: exaltamos o derribamos algo con solo un
click, guiño, emoticon o con muy contados caracteres, se respira un ambiente de
comodidad y arbitrariedad que insensibiliza y aliena, pero bien, ahora que me
dieron unas efusivas ganas de mejorar mi estilo y observar las cosas desde otra
perspectiva, decido exigirme un poco más y cambiar la manera en que venía
escribiendo acerca del trabajo de otros, siempre reconoceré que no soy el
mejor, no tengo estudios de cine, tampoco de actuación ni soy guionista, pero a
éste día considero que es sumamente imprudente para cualquiera juzgar acerca de
la moral de las cosas, cómodo es entrar al debate de lo que es
"bueno" o "malo" o si es "basura", pero descubro
que en mí lo mejor es hablar de lo que me causa un infinito placer o
satisfacción, también declaro que la irreverencia, la insolencia y el sarcasmo
no me dan el mismo confort que antes, porque tal vez es lo que más abunda en el
ciberespacio y publicaciones a nivel general, asunto que me impulsa a ser más
estricto y cuidadoso con la manera en que me expreso lo que para mí hoy es
apropiado.
Historias como la que hoy ocupa manifiesta los constantes y
numerosos interrogantes que la humanidad desde tiempos remotos se plantea ¿Qué
existe después de nuestros días? ¿Consta el más allá? ¿Hay vida después de que
el corazón deja de latir? El origen de la existencia y el paso a la muerte es
territorio desconocido lo que ha dado tráfico a cientos de teorías, estudios,
mitos, discursos, sectas, creencias todo esto manifestado en investigaciones
científicas, ideologías, corrientes del pensamiento y contribuye a un amplio
legado de expresiones artísticas tanto en la literatura, la música, la danza,
el teatro y bueno, hasta llegar al cine. Herk Harvey estadounidense nacido en
Windsor, Colorado inspirado por todas
éstos cuestionamientos y la situación de abandono del Saltair Pavilion en Salt
Lake City (Utah) un viejo e impopular centro turístico situado en la orilla sur
del Great Salt Lake a unos veinticinco kilómetros de Salt Lake City también
caracterizado como un centro familiar con atracciones para niños dirigió éste
modesto film con un escaso presupuesto de $33.000 dólares, incluso participó
como actor, con muy limitados recursos creo un filme que hoy es considerado una
obra de culto, ¿quién creería que “El Carnaval de las Almas” sirviera de
influencia para directores de la talla de George Romero en su opera prima “Night
Of The Living Dead” y el surrealismo de David Lynch? Incluso en filmes como “El
Sexto Sentido” y en videojuegos como “Silent Hill” se puede apreciar que su
legado se ha expandido a lo largo de las décadas, una idea fresca y original
que aún conserva intacto su gran encanto y atmósfera gracias a su fotografía en
blanco y negro, música sublime como terrorífica, escenas siniestras, irreales, espeluznantes,
sumamente perturbadoras protagonizadas por visiones sombrías de almas en pena y
fantasmas grises. Pero el misterio va mucho más allá de una historia de una
mujer que se encuentra atrapada en un pasaje entre la vida y la muerte, es de
considerar que existe un momento en el individuo, tal vez sea de acuerdo a un
tipo de personalidad o conjunto de creencias en donde experimenta cierto grado
de comodidad y desahogo alejándose de lo mucho que lo abotarga a la sociedad
porque ésta suele ser tediosa, nubla la evolución del yo, sus estereotipos
recortan, atacan y limitan además ofrece una escala de valores morales la única
senda merecedora de reflexiones, ¿es imposible vivir por fuera de esa carrera
interminable? La respuesta es sí, porque la naturaleza humana lo impide pero sin
embargo siempre habrá un momento de introspección y soledad en donde es posible
un recogimiento y una visión a nivel interno en donde sabes que nadie jamás
podrá llegar ni sentir eso que experimentas, “Carnival Of Souls” está lejos de
ser una película perfecta y tampoco pretende serlo, es un film experimental que
indudablemente hará sentir un poco más de amor por aquello conocido por las
mayorías como el séptimo arte. Lamentablemente en su época pasó completamente
desapercibida. Indeseable es contar muchos más detalles de la misma, es una aventura
para disfrutar por cuenta propia.