Inferno (Año 1980)

Dirección: Darío Argento
Producción: Claudio Argento
Guión: Darío Argento
Música: Keith Emerson
Reparto: Leigh McCloskey, Irene Miracle, Eleonora Giorgi, Daria Nicolodi, Gabriele Lavia, Leopoldo Mastelloni, Alida Valli, Verónica Lazar

Inferno es la segunda parte de “La Trilogia de las Tres Madres”, siendo esta también muy cuidadosa en su estética, pero menos preciosista y mas sanguinaria que la primera, aunque mucho mas bizarra. Esta es clave dentro de la trilogía, pues aquí se desenvuelve el hilo conductor de la misma, donde se enfrenta a otra de las madres, Matter Tenebrarum (la madre de la oscuridad, la mas joven y cruel de todas) que reside en New York, y como valor agregado se presenta a la tercera madre, Matter Lacrimarum (la madre de las lagrimas, la mas hermosa de todas que se halla en Roma) interpretada por la bellísima Ania Pieroni; quien en su breve aparición en el filme, impacto con su rol de mujer fatal por sus rasgos elegantes, felinos y absolutamente sensuales encarando este provocativo ser siniestro.

Una poetiza vive en un antiguo edificio con unos pocos vecinos, y al leer un libro que le compro a un anticuario que vive cerca, descubre que posiblemente su hogar sea también el de una de “Las Tres Madres”, preocupada envía una carta a su hermano en roma y desde allí empieza la matanza por parte de las brujas hacia quienes se acerquen demasiado al secreto de sus ubicaciónes y existencia.

El manejo de luces se hace bicromatico en tonos azules y rojos acentuan la belleza siniestra de los escnearios y se deja de lado un poco el protagonismo de la casa centrándose mas en el misterio mismo de Matter Tenebrarum; también se enfatiza en la intervención de animales en los homicidios, además del realce de un ambiente gótico (y menos barroco que Suspiria) que en esta ocasión seria acompañado bajo las composiciones de Keith Emerson con un sonido clásico tipo opera con tintes oscuros, así mismo con pianos delirantes que rayan en lo maniatico.

Argumentalmente es un poco confusa aunque que conecta a toda la trilogía; el final es un poco forzado y decepcionante, aunque Argento recurre de nuevo a revelar una clave que desde el principio puede revelarnos la identidad y localización de la Madre de la oscuridad.

En Inferno como bien lo diría el anticuario en uno de sus diálogos, “El destino de los vivos esta regido por los muertos”, resulta ser una certeza innegable dentro de todo el transcurso de la película.